LA ESCUELA RAMÍREZ
Cuando
se construye el edificio denominado “Escuela Ramírez”, inaugurado en enero de
1877, se traslada a este local la Escuela de Varones que venía funcionando en
Maldonado hace muchos años atrás.
Según
se podía ver, la Escuela de Varones era prácticamente la única existente en la
ciudad, hasta que en 1878 se creó la Escuela de Niñas. Se pudo establecer que
la Escuela de Varones tuvo su origen en el siglo XVIII, la que pasando por
diversas alternativas y casas alquiladas, llegó al año 1877 a ocupar su local
propio; primer local para escuela que existió en el departamento.
La
inauguración del local de la primera Escuela de Varones en el departamento tuvo
importancia a partir de su funcionamiento en el local nuevo; coincidiendo esto
con la Reforma Escolar llevada a cabo por José Pedro Varela.
A
partir de este momento, la Escuela Ramírez se convirtió en un centro escolar de
Primer orden.
Para
que estuvieran de acuerdo con el edificio y con el lujo que ello representaba
para la ciudad, se adquirieron para ella útiles escolares, además de todo el
material adecuado para el perfecto funcionamiento.
Detalle de
fechas relevantes:
2 de diciembre
de 1874 : La junta económica
administrativa compró el terreno al señor Agustín de la Cruz Carduz, que era su
actual propietario.
24 de enero de
1875: Ceremonia de colocación de la Piedra Fundamental. El edificio quedó
terminado en octubre de 1876.
21 de enero de
1877: Inauguración de la Escuela con un acto solemne.
21 de enero –
9 de marzo de 1877: Queda al frente de la misma el Preceptor Santiago Suárez,
hasta que el 9 de marzo de hace cargo de la dirección el señor Carlos Parsons.
Alrededor de
1880 varias notas de la época hacían alusión a la Escuela Ramírez como a una de
las mejores escuelas del país. Por ejemplo, en julio de 1880, el inspector Ruíz
Zorrilla, en una nota al presidente de la Comisión Departamental dice:
“El edificio
conocido como Escuela Ramírez, que ocupa la calle Sarandí, siendo de 2° grado
ampliado, necesita algunas reformas para su conservación; principalmente en la
parte destinada a las habitaciones del maestro, las que se encuentran en mal
estado, debido al desaseo, abandono y poco esmero con que fueron tratadas por
el maestro saliente.
Como el mencionado
edificio es propiedad del Estado debido a la generosidad del ciudadano cuyo
nombre lleva la escuela, y siendo sin disputa el primer lugar de tan buena
clase en la República, ya sea por sus condiciones, por la dotación de menaje,
aparatos y útiles con los cuales se encuentra provista, el que suscribe cree de
su deber indicar a esa honorable Comisión la necesidad de atender directamente
su cuidado.”
A los pocos
meses la Comisión General comunicó:
“Cumpliendo la
Sociedad de Amigos de la Educación Popular, el encargo recibido por parte de
los señores Merino y Anaya, donantes de la suma de 2600 pesos destinados a la
adquisición de útiles para las escuelas públicas de dicho departamento y una de
Cerro Largo, se propuso proveer de todo lo que fuera necesario a la de 2° grado
ampliado de cada uno de los departamentos, y en la lista adjunta se detalla lo
que se ha comprado para esa, y que han sido embarcados en una Balandra llamada “Pepita”.”
Tras el envío,
llegaron en perfecto estado bancos, mesas, sillas, pizarrones, un laboratorio
de física, carteles de historia natural, de anatomía, de cosmografía, mapas,
esfera terrestre, cajas con cuerpos geométricos, sólidos de anatomía, esqueleto
humano, colecciones de minerales, libros entre los que figuraban textos para
los alumnos y una biblioteca para el maestro.
Con motivo del
envío del material, José Pedro Ramírez, le envió una carta a Ruíz Zorrilla,
fechada en Montevideo el 12 de agosto de 1880:
“He tenido el
honor de recibir la nota de usted, en la cual se complace de hacerme saber que
con motivo de haberse donado a la Escuela Municipal de la ciudad de Maldonado,
con cantidad de menaje, útiles, textos y aparatos, que hacen de esa escuela la
primera de la República, se ha celebrado una fiesta en el vecindario que
resultó muy simpática, como todas las que tienen por objeto celebrar un
adelanto tal en lo que puede referirse a la Educación.
Con este
motivo, recordando usted que el edificio en que está establecida la escuela fue
construido con las dietas que me correspondieron durante la legislatura en que
tuve el honor de representar a ese departamento, y que doné con ese objeto, se
dirigen a usted mis sinceras palabras de congratulación.
Agradezco sinceramente
el benevolente recuerdo y hago votos porque la educación popular en el
departamento de Maldonado siga el grado de creciente prosperidad en que hoy se
encuentra, merced del infatigable esfuerzo de la actual Dirección de
Instrucción Pública y de los delegados de cada departamento.”
José
Pedro Ramírez
Del inventario
hecho en 1889, se extrae:
“Como material
agregado a la escuela, existe además una pequeña imprenta con nueve cajas de
tipos, una colección de letras mayúsculas de madera, una prensa, componedores y
demás enseres necesarios.
Todo aquello
fue adquirido durante la época en que tuve a mi cargo la escuela, a saber la
máquina de escribir con una colección de tipos nuevos, fue donada por el doctor
Perujo en la época en que estuvo desempeñándose el Juzgado Letrado de esta
ciudad; y el resto del material fue comprado, parte con el producto de una
suscripción del vecindario y otra parte con el producto de trabajos hechos en
la misma imprenta.”
Maestro
Silvestre Umérez, marzo de 1889.
LA ANTIGUA PLAZA
GENERAL FLORES
A
partir de 1874, figura el nombre dado a la manzana ubicada entre las actuales
calles “Román Guerra”, “Román Bergalli”, “José Pedro Varela” y “San Carlos”
(actual calle Rincón), que entonces pertenecía al Gobierno, al Ministerio del
Interior.
Fue
antiguamente (o sea antes de 1874) Plaza de carretas. Después, por muchos años
permaneció abandonada. Tenía un ombú secular en el centro y lo demás cubierto
de pasto. Sirvió a los caballos de la Policía, que eran llevados allí para su
pastoreo, estando cercada con alambre.
En
1896 fue cortado el ombú por orden de la Junta, y se dio lugar al comienzo de
una plantación de árboles, en su mayoría eucaliptus. También se proyectó la
creación de canteros y la plantación de plantas ornamentales.
Con
el tiempo se abandonó la plantación de canteros, quedando solo los eucaliptus,
y alrededor de las décadas del ’20 y del ’30, volvió a ser lugar de pastoreo
para los caballos del Escuadrón Policial. Ya para ese entonces pertenecía a la
Enseñanza Primaria.
En
los años iniciales de la década del ’30 las autoridades universitarias pidieron
a la Enseñanza Primaria la concesión de este terreno, en vistas a levantar en
él un edificio para el Liceo Departamental. Pero las autoridades de Primaria se
negaron, aduciendo que ellos tenían a su vez proyectado levantar allí un
edificio para una escuela, la Escuela N°1, o sea la actual “Escuela Ramírez”.
La
construcción, efectivamente, se llevó a cabo unos años más tarde.
En 1938, se
efectuó una refundación de las escuelas n°1 y n°2 bajo la numeración de la
Escuela N°1. Dichas escuelas funcionaban en dos turnos, por la mañana era
habilitada solamente para niñas y por la tarde solo para varones. Unos años
después, volvieron a separarse estas dos escuelas como estaban primitivamente.
INASISTENCIA
ESCOLAR EN LA ÉPOCA
El maestro de
la Escuela Ramírez, Francisco Tosar, explica al inspector la causa de la escasa
inscripción de alumnos:
1.
La ignorancia de algunos padres, que prefieren
tener a sus hijos como peones en lugar de instruirlos y darles educación.
2.
Las propagandas en contra del nuevo sistema de
enseñanza.
3.
La ausencia de muchos niños que concurrieron a
la escuela en años anteriores, pero se trasladaron con sus familias a otras
localidades.
Carta de
Silvestre Umérez (Preceptor de la Escuela Ramírez) al Inspector Departamental:
“Muchos padres
necesitan a sus hijos para diferentes servicios diarios, como traer los animales
del campo. Otras veces los deben emplear en otros trabajos extraordinarios; por
ejemplo: llevar una encomienda a la playa, a la salida de un buque, o ir a
recoger leña a los alrededores. Cualquiera de estas tareas requieren el uso de
una tarde completa, desde las tres hasta el anochecer.”
A parte de
Silvestre Umérez, también fue una figura importante en la escuela, Don José
Dodera, quien el 10 de septiembre de 1890 es nombrado Director Interino de la
Escuela Ramírez.
José Dodera
fue un maestro ejemplar, no poseía aún diploma cuando se hizo cargo de la
dirección de la Escuela Ramírez, pero en breve lapso terminó su carrera
recibiéndose de maestro de segundo grado. Puso su sabiduría y su corazón en la
causa de la enseñanza y no conforme con dirigir toda una generación de niños
que concurrían a la Escuela Ramírez, colaboró con Don Antonio Camacho
(Inspector Departamental de la época) y el joven Rodolfo Rodríguez (practicante
magisterial de ese año) en la creación y funcionamiento de un centro de
estudios gratuitos en el que se formaban profesionales profesores y maestros;
los que al ir a rendir sus exámenes a Montevideo, pusieron muy en alto el
prestigio del magisterio fernandino.
José Dodera
ejerció su apostolado hasta el año 1906.
EVOLUCIÓN
DE LA MATRÍCULA
Los primeros
libros encontrados de matrícula datan del año 1878. Junto con él se encuentra
el del año 1879.
Los datos que
aparecen son: el número de matrícula, la fecha de inscripción, la edad y la
clase a la cual ingresa. Figurando el nombre con un solo apellido.
Se hace una
descripción de la conducta de cada niño cada quince días, llamadas “faltas de
orden”. No se detallan los datos familiares, la procedencia escolar, el
domicilio y la nacionalidad.
A través de
los datos existentes se puede decir que los niños ingresaban a la escuela a
cualquier edad. No estableciéndose una determinada edad de ingreso. Tampoco era
obligatorio el ingreso a la primera clase del Programa de Reglamento Vigente,
ya que cuando se constataba que poseía determinados conocimientos adecuados
para cada año pasaba automáticamente a la siguiente clase o volvía a la
anterior. Produciéndose esto en cualquier fecha del año.
Las clases se
iniciaban en el mes de febrero, culminando la labor escolar en el mes de
diciembre.
Observando los
apellidos de los niños se infiere que son descendientes de inmigrantes franceses, italianos y
portugueses en su mayoría.
En un
principio la escuela no era mixta, había separación de sexos. La Escuela de
Varones funcionaba donde actualmente se encuentra el Instituto de formación
Docente. Dicha escuela de varones contaba con 54 niños, y la escuela de niñas
con 22.
Hasta principios
del siglo la matrícula no fue constante, sino que experimentó variaciones por
causas diversas.
En la década
del ’30 la escuela comenzó a funcionar como escuela mixta.
A medida que
fueron transcurriendo los años se entró en un período de estabilidad, pero a
partir del año 1979 se notó un descenso sostenido del número de matrículas. En ese
año la escuela contaba con 809 inscritos. Al llegar al año 1999 ese número descendió
hasta 698 niños.
Nota: toda la información entregada corresponde a una investigación realizada por autoridades de la Escuela Ramírez de Maldonado, en su afán por construir su historia.
Buenas tardes, Evelyn: Muy interesante e instructiva tu entrada de blog. Una cita de Silvestre Umérez nombra al Dr. Perujo, mi bisabuelo, cuya vida he estado reconstruyendo desde hace años. Además de provenir de un inventario, ¿sabrías decirme de dónde está tomada la cita o a quién contactar al respecto? Muchísimas gracias desde ya. Saludos cordiales. Marcelo P.D.: No veo información de contacto en la página y por eso escribo un comentario.
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